El principal temor que puede surgir a la hora de someterse a un tratamiento de medicina estética tiene que ver, por supuesto, con los resultados. Tenemos grabada en nuestra mente esa imagen anticuada de procedimientos que salen mal o que acaban por completo con los rasgos propios de la persona, pero la realidad es que hoy en día la técnica y los productos utilizados han mejorado tanto, que ya no te dirán “¿qué te has hecho?”, sino “¡qué bien te veo!”. Y el secreto de este cambio está también, en buena parte, en el nuevo enfoque que se busca dar a esta rama de la medicina, cambiando las intervenciones en zonas muy específicas, por tratamientos integrales que proporcionen buena cara de forma general y, más importante, natural.
¿Qué significa someterse a un tratamiento integral? Se trata de realizar un rejuvenecimiento general de todo el rostro, especialmente centrado en mejorar la calidad de la piel y rellenar los surcos del paso del tiempo, algo que se puede hacer tanto a edades avanzadas, como con los primeros signos del envejecimiento, pues también es perfecto para prevenir. Por eso es uno de los protocolos más buscados de las generaciones millennial y centennial. Pero por supuesto, lo primero y más importante es ponernos en manos expertas, que dominen la técnica y nos hagan un diagnóstico personalizado para cubrir todas nuestras necesidades. Un buen ejemplo es Clínicas Dorsia, donde ofrecen una gran variedad de tratamientos, entre los cuales podemos encontrar dos ideales para tratar todo el rostro: Sublímate y Hollywood Total Face.
